Los suecos observaron este lunes un minuto de silencio en todo el país en memoria de las víctimas del ataque con camión de la semana pasada en Estocolmo, en medio de gran debate luego de conocerse que el supuesto autor del atentado, un uzbeko, tenía orden de expulsión tras denegársele un permiso de residencia.
Una multitud se congregó solemnemente frente a la tienda de Ahlens, la principal cadena comercial sueca, ubicada en una de las esquinas del paseo peatonal de Drottninggatan, donde el atacante mató a cuatro personas e hirió a otras 15 al embestir a un grupo transeúntes con un camión robado, el viernes pasado.
Los cuatro muertos fueron dos suecos, entre ellos una niña de 11 años, un británico y un belga. Nueve personas permanecen hospitalizadas, dos de ellas en estado muy grave.
Las motivaciones del ataque aún no han sido reveladas, pero el método recuerda a otros atentados previos con vehículos que atropellan a transeúntes ocurridos en Niza, Berlín y Londres, todos ellos reivindicados por el EI.
El partido de extrema derecha Demócratas Suecos criticó con crudeza al gobierno por no haber expulsado al sospechoso.
«Es un gran escándalo si es cierto», dijo el líder del partido, Jimmie Akesson, al diario Aftonbladet. Su partido obtuvo casi el 13% de los votos en las elecciones de 2014.
«Tenemos que detener a las personas cuando existe el riesgo que se oculten, y parece que hay entre 10.000 y 15.000 casos de este tipo», agregó Akesson.
Sin embargo, el director de la Policía Nacional sueca, el comisario Dan Eliasson, dijo este lunes en rueda de prensa que «no había nada en el sistema que indicara que (Akilov) iba a hacer algo como lo que hizo el viernes».
Suecia, un país de 10 millones de habitantes, recibió a 244.000 solicitantes de asilo en 2015, el mayor número per capita de Europa.
Lofven llamó el domingo a que se mejoren los mecanismos de deportación y calificó de «frustrante» que las autoridades no fuesen capaces de expulsar al sospechoso.
Sin embargo, Eliasson dijo este lunes que habría sido difícil deportar al sospechoso por la situación en su país.
Uzbekistán es considerado una dictadura que viola los derechos humanos de sus ciudadanos, por lo que Suecia no expulsa a personas a ese país asiático, al igual que a otros.
Eliasson no quiso confirmar las informaciones periodísticas de que el sospechoso se hizo cargo del ataque, pero agregó que los investigadores están seguros de haber atrapado al conductor del camión, sobre la base de «discusiones que tuvimos con él», dijo.
Un segundo sospechoso fue detenido el domingo, informó la Fiscalía, pero sin dar más detalles.
Las autoridades suecas informaron que el sospechoso del ataque nació en Uzbekistán, una ex república soviética del Asia Central y de mayoría musulmana, y que tiene 39 años, aunque la prensa ha afirmado que en el expediente judicial consta que su nombre es Rakhmat Akilov.
Diarios suecos informaron que Akilov confesó ser responsable del ataque, que dijo que cometió siguiendo directivas del grupo islamista radical Estado Islámico (EI) de atentar contra los «infieles», es decir los no musulmanes.
La policía sigue investigando a Akilov, quien pasó a la clandestinidad cuando recibió una orden de expulsión luego de que se rechazara su solicitud de residencia permanente, el año pasado.
La prensa sueca ha afirmado que Akilov es un obrero de la construcción y padre de cuatro hijos.
El fiscal Hans Ihrman pidió este lunes a la corte del distrito de Estocolmo que mantenga a Akilov en prisión preventiva, una decisión que el tribunal tomará el martes, luego de la primera comparecencia del sospechoso, informaron fuentes judiciales.
Akilov solicitó el permiso de residencia en Suecia en 2014, pero se le denegó en 2016. En diciembre se le notificó que tenía cuatro semanas para abandonar el país, pero desapareció en febrero, cuando la policía empezó a buscarlo.
Los diarios suecos Aftonbladet y Expressen afirmaron que Akilov confesó, dijo estar «complacido» con lo que hizo y aseguró que actuó por órdenes directas del EI.
Suecia participa de la coalición internacional que, encabezada por Estados Unidos, ataca al EI en Irak.