Según una investigación realizada en más de 174 000 empleados presentada hoy en EuroPrevent 2017, los trabajadores españoles obesos se dan de baja por enfermedad con más frecuencia que sus compañeros con un peso saludable.1
El estudio ICARIA (Evaluación del riesgo cardiovascular de Ibermutuamur) está diseñado para analizar los factores de riesgo cardiovascular y su repercusión sobre las bajas por enfermedad en los trabajadores españoles.
«En general, se supone que la población activa está compuesta por jóvenes sanos, pero hemos descubierto una elevada prevalencia de factores de riesgo cardiovascular, como tabaquismo, hipertensión o dislipidemia», afirma el Dr. Miguel Ángel Sánchez-Chaparro, investigador del estudio ICARIA en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria (IBIMA, Universidad de Málaga, España), y la Drª. Eva Calvo-Bonacho, directora de proyectos de salud, ICARIA, Ibermutuamur, España. «En torno al 6 % de los trabajadores españoles presenta un elevado riesgo cardiovascular, es decir, la probabilidad de que sufran un acontecimiento cardiovascular mortal durante los próximos diez años es del 5 % o más, y se dan de baja por enfermedad con excesiva frecuencia».
Este estudio investigó el impacto de la obesidad sobre las bajas por enfermedad y si variaban en función de una buena o mala salud metabólica.
En el estudio participaron 174 329 trabajadores sanos que fueron clasificados según su índice de masa corporal (IMC en kg/m2) y según su salud metabólica buena/mala. Se consideró que los trabajadores tenían una salud metabólica mala si presentaban uno o varios de los criterios siguientes: circunferencia de la cintura elevada; alta tasa de triglicéridos o en tratamiento por hiperlipidemia; colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad) bajo; presión sanguínea alta, diagnóstico previo de hipertensión o en tratamiento por hipertensión; o glucosa en ayunas elevada o en tratamiento por diabetes.
Los datos sobre bajas por enfermedad durante el periodo de seguimiento de un año se obtuvieron de los registros de la mutua aseguradora (Ibermutuamur). Los episodios de baja por enfermedad se dividieron en dos grupos: enfermedades y accidentes no laborales y enfermedades y accidentes laborales.
Los investigadores analizaron la relación entre el rango de IMC (<18,5; de 18,5 a 24,9; de 25 a 29,9; de 30 a 34,9; de 35 a 39,9 y >40 kg/m2) y entre el fenotipo metabólico y la baja por enfermedad.
La edad media de los empleados fue de 41 años, un 67 % eran hombres y un 49 % realizaban trabajos manuales. La proporción de trabajadores con fenotipos de sobrepeso, obesidad y mala salud metabólica fue del 38 %, 16 % y 10 %, respectivamente.
Los investigadores encontraron una relación consistente entre el sobrepeso y la obesidad y las bajas por enfermedades no laborales en los trabajadores con salud metabólica tanto buena como mala. Después de ajustarse por sexo, edad y ocupación, se encontró que la probabilidad de darse de baja por enfermedad era un 37 % superior en los trabajadores con sobrepeso/obesidad y buena salud metabólica y un 71 % superior en los trabajadores con sobrepeso/obesidad y mala salud metabólica que en las personas sin sobrepeso/obesidad.
«Los resultados muestran que los trabajadores con sobrepeso y obesidad tienen más probabilidades de darse de baja por enfermedades no laborales, tanto si su salud metabólica es buena como si no», explican los doctores Sánchez-Chaparro y Calvo-Bonacho. «El incremento en la frecuencia de las bajas por enfermedad y las pérdidas de productividad asociadas se suman a los extensos efectos de la obesidad, que ya es un grave problema de salud».
En el caso de las bajas por enfermedades laborales, el riesgo de sufrir enfermedades ocupacionales fue superior en los trabajadores con un IMC de 35 a 39,9 kg/m2 y buena salud metabólica. Este riesgo fue inferior entre los trabajadores con IMC ≥40kg/m2 y buena salud metabólica, y en todas las personas con mala salud metabólica, con independencia de su IMC.
Los doctores Sánchez-Chaparro y Calvo-Bonacho afirman: «En el caso de las bajas por enfermedad laboral, nuestros resultados sugieren que el fenotipo con obesidad y mala salud metabólica podría vincularse con algún tipo de exclusión de aquellas profesiones y sectores de actividad que implican trabajos físicamente más activos y, por lo tanto, presentan un mayor riesgo desde el punto de vista de las enfermedades laborales».
Como conclusión, indican que: «Nuestros resultados destacan la necesidad de desarrollar intervenciones eficaces con el objetivo de reducir el impacto de la obesidad epidémica entre la población activa. Los trabajadores con buena salud metabólica que tienen sobrepeso o están en las primeras fases de obesidad pueden ser un grupo diana apropiado para implementar iniciativas sobre la modificación del estilo de vida y así reducir la probabilidad de una transición hacia un fenotipo con alteraciones metabólicas».