Francisco Vega, que lleva 29 días en huelga de hambre para reivindicar la implantación de una renta básica en Andalucía, ha sido trasladado al Hospital Civil de Málaga el miércoles por la mañana después de sentirse indispuesto. Vega, que tiene 64 años, se reunió el pasado jueves con el viceconsejero de Igualdad y Políticas Sociales, Manuel Martínez Domene, a quien informó de su intención de continuar la huelga de hambre hasta obtener el compromiso público por parte de la consejera de que implantaría la renta básica para mujeres víctimas de violencia de género y hogares sin ingresos y estudiaría su desarrollo posterior.
A las 10 de la mañana, Vega se mareó en su lugar habitual de protesta, frente a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía. El parte médico habla de «mareo sugestivo de presíncope» y luego diagnostica «síncope en paciente en huelga de hambre». Los policías de la Delegación llamaron a los servicios sanitarios, que lo trasladaron al hospital para someterlo a varios análisis. «Me he llevado un buen susto y se lo he dado a mi hermana, que estaba conmigo», dice ya recuperado. El hombre recuerda que estaba abriendo su mochila cuando se le nubló la vista y perdió las fuerzas hasta caer al suelo, aunque no sabe si ha llegado a perder el conocimiento.
Esta es la segunda huelga de hambre que el activista realiza para reclamar que se cumpla lo establecido en el artículo 23.2 del Estatuto de Autonomía. La anterior la abandonó cuando sufrió un desvanecimiento el pasado 23 de noviembre, después de 21 días ingiriendo sólo líquidos. El pasado viernes, cuando se cumplían 24 días de la que inició el 8 de marzo, Vega explicó a eldiario.es/Andalucía que esta vez prolongaría su protesta hasta obtener un compromiso público de la consejera, María José Sánchez Rubio. Había perdido nueve de los casi 92 kilos que pesaba al comenzar. «Me encuentro bien. Lógicamente cansado, pero bien. Y ahora el tiempo acompaña. No he empezado esto para pararlo por lo que me digan en una reunión. Ya ha habido muchas promesas incumplidas», comentó aquel día.
La promesa a la que se refiere la habría formulado el viceconsejero, Martínez Domene. Vega le trasladó la petición de que se implantara una renta básica que cubra al menos a las víctimas de violencia de género y los hogares sin ingresos en los que viven niños. Según Vega, el viceconsejero compartió su preocupación por estos grupos y le prometió trasladar la petición de un compromiso a la consejera. También le habría prometido que se crearía una comisión parlamentaria para estudiar el desarrollo de la renta básica, de la que Vega formaría parte. Este medio está a la espera de que la consejería de Igualdad y Políticas Sociales confirme si se formuló ese compromiso por parte del viceconsejero y, si fuera así, de que la administración explique los pasos que se han dado desde entonces.
Vega insiste en que continuará la protesta hasta obtener una declaración pública de la consejera. «Ahora estoy como ayer: cansado y lo noto. Cuando me levanto me cuesta la vida. Pero tengo que seguir y voy a seguir, porque siento que lo tocamos con la punta de los dedos y si no, todo este sacrificio no va a servir de nada».