La Izquierda Verde, liderada por Jesse Klaver, consigue pasar de 4 a 14 parlamentarios, lo que les convierte en el mayor grupo de izquierdas presente en el parlamento.
Por Jon Henley para The Guardian
El gran ganador de las elecciones holandesas de este miércoles –convertido ahora en el partido de izquierda con mayor representación parlamentaria por primera vez– ha sido la Izquierda Verde, GroenLinks (GL), liderado por Jesse Klaver (que tiene 30 años), al que sus seguidores llama el ‘Jessiah’.
Con más del 95% del voto escrutado, el partido –formado hace 25 años por una fusión de comunistas, pacifistas, evangélicos y autodenominados radicales– ha conseguido pasar de cuatro a 14 parlamentarios después de una campaña realizada por Klaver. “Es un resultado fantástico para nosotros, es una victoria histórica”, dijo la presidenta del partido Marjolein Meijer.
El resultado muestra que hay “un terreno muy fértil en Holanda para el cambio y una historia positiva y llena de esperanza”, apuntaba. “Para nosotros esto es solo el principio”. El partido celebró su avance histórico con un gif de la Rana Gustavo bailando divertido.
A veces comparado con el joven primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, Klaver –de padre marroquí y madre de ascendencia indonesia– dijo el día de las elecciones que la respuesta de la izquierda al ascenso de la extrema derecha en Europa fue defender sus ideales. “Lo que le diría a todos mis amigos izquierdistas en Europa es: no tratéis de engañar a la población”, dijo.
“Defended vuestros principios. Sed honestos. Sed pro europeos y pro refugiados. Estamos ganando impulso en las encuestas. Y creo que es el mensaje que hemos enviado a toda Europa. Se puede frenar al populismo”, añadió.
El líder más joven de un partido político en Holanda construyó un fuerte grupo de seguidores en las redes sociales a través de pequeños eventos organizados con Meetup después de hacerse con las riendas del partido en mayo de 2015.
Sus mítines fueron de los más grandes de esta campaña. Entre ellos destaca el que tuvo lugar en Amsterdam, al que acudieron 5.000 personas. 5.000 más siguieron el evento vía Facebook Live. Para muchos, sus debates televisivos fueron considerados como triunfos. Durante un debate visto por 1,6 millones de espectadores, Klaver le dijo a su rival de extrema derecha e islamófobo Geert Wilders que era su populismo de ultraderecha, y no la inmigración musulmana, lo que estaba socavando la cultura y las tradiciones holandesas.
“Los valores de Holanda representan –desde hace décadas, siglos en realidad– su libertad, su tolerancia, su empatía… el populismo está destrozando todo esto”, dijo durante una entrevista de campaña. “Es terrible que una persona que ha nacido en Holanda no se sienta parte de esta sociedad. No es algo de los que debamos estar orgullosos, más bien es algo de lo que avergonzarnos. Y es lo que quiero cambiar”.
Los Verdes no son el único partido no tradicional que prosperó en unas elecciones en las que concurrieron una cifra récord de 28 partidos. El Partido por los Animales tendrá cinco parlamentarios dentro de los 150 escaños que componen el parlamento. Denk –dirigido a las comunidades turca y marroquí– tendrá tres y el euroescéptico FvD tendrá dos.