La aprobación de la ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía ha sido ratificada en el debate final en el Parlamento regional. Cumplidas las quinielas, el texto que trae «verdad, justicia y reparación» a las víctimas del franquismo sale adelante con los votos a favor de PSOE, Podemos e IU y las abstenciones de PP y Ciudadanos.
El acuerdo entre los partidos de izquierda deja fuera de juego a las formaciones conservadoras. Los primeros han solicitado consenso, hasta el último momento, mientras el arco parlamentario popular y naranja ha apelado a razones casi calcadas para no apoyar el marco legal.
Para PP y Ciudadanos aparecen como intocables aspectos clave: caso de la Transición y la ley de Amnistía, la entrada de la Memoria en las aulas o el marco temporal de aplicación de la ley. Tampoco les ha parecido bien a estos partidos que todas sus enmiendas (suman 78 de 100) fueran rechazadas.
Desde PSOE, Podemos e IU, en cambio, no han ahorrado en calificar la jornada de «día grande» e «histórico» para Andalucía. Con una ley que deja a la región como «vanguardia» de la recuperación memorialista y «que no parte de cero sino que acumula la experiencia de casi 20 años de políticas de memoria por parte de la Junta de Andalucía», en palabras de la Consejera de Cultura, Rosa Aguilar. Todos los partidos han coincidido en el apoyo unánime a la exhumación de las fosas comunes y en agradecer a los movimientos memorialistas el trabajo realizado durante años.
De la “verdad” a la “justificación política”
«Día grande para Andalucía», ha comenzado la parlamentaria socialista María Márquez. «La ley no ofende a nadie» y viene a garantizar los derechos humanos «para gente que lleva media vida pidiendo verdad, justicia y reparación» y el reconocimiento a quienes «sembraron los valores de la libertad y la democracia». Una apuesta en la que critica la ausencia de PP y Ciudadanos: «lamentamos que no se sumen». Y que usen la acción de otros partidos como «justificación política» a su voto y para ocultar «la verdadera razón por la que la derecha no es capaz de votar a favor de una ley de Memoria Democrática de Andalucía», sostiene Márquez.
«Pensaba que íbamos a ser capaces de entendernos», según el portavoz popular, Juan Ramón Ferreira. El PP «respalda los derechos de las víctimas y sus familias», ha continuado, subrayando la unanimidad al defender la exhumación de las fosas comunes. «La sociedad tiene la obligación moral de apoyar la identificación de todas las víctimas desaparecidas en la guerra civil y la dictadura franquista y las instituciones deben apoyar», ha remarcado. Pero las «diferencias» evitan el «consenso».
“Razones para la abstención” calcadas casi por completo con Ciudadanos, como ha descrito el portavoz naranja, Sergio Romero. Ambos partidos han sido muy críticos con que la ley ponga en tela de juicio la Transición y la ley de Amnistía, así como la entrada de la memoria histórica en el currículo educativo, el marco temporal de actuación de la normativa o la creación de organismos como el Instituto de Memoria Democrática. Y que la ley «es de IU», han coincidido PP y C’s.
Apuesta unánime por la exhumación de fosas comunes
Desde Podemos, Jesús de Manuel ha arrancado “pidiendo perdón porque llegamos muy tarde”, en alusión a la aprobación de la ley. «El olvido es una herida abierta para miles de familias andaluzas» y la consecuencia es una sociedad que vive “sobre más de 700 fosas y 48000 víctimas”, calcula. “Es urgente exhumarlas”, para lo que pide compromiso institucional: “el próximo presupuesto debe ser consecuente con esto”.
“Un día profundamente histórico”, ha arrancado su intervención Antonio Maíllo, coordinador general de IU Andalucía. El marco “de normalidad y validez democrática” del que se dota la región “abre un camino a nivel estatal”, ha destacado. Con una ley “de futuro” y que se aleja “de una injusta equidistancia” atada “al impulso de los nietos que se unen en el movimiento memorialistas”. Una lucha que Maíllo resume en dos personajes históricos: “de Blas Infante a Manuel José García Caparrós”. Y una ley, ha ratificado, que sirve “para vincular la verdad al conocimiento”, “que dice que no es aceptable que los libros de texto digan que Lorca murió en Granada o que Machado falleció en Colliure”.
En la intervención que ha rubricado la aprobación de la ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, la Consejera de Cultura ha recordado a José Saramago. Decía el escritor portugués, sobre la necesidad de Memoria: “se empieza por el olvido y se termina por la indiferencia”. Andalucía, coinciden todos los partidos, se dota de una herramienta al servicio de los derechos humanos, de los principios universales de “verdad, justicia y reparación”.