La gestora del PSOE quiere que Pablo Iglesias salga victorioso de la pelea a cara de perro que Podemos celebra este fin de semana en Vistalegre. Sin embargo, el PSOE no es homogéneo en sus preferencias: Pedro Sánchez quiere a Errejón.
El entorno de Susana Díaz cree que el número dos de Podemos tiene mas riesgo electoral para sus intereses. Con Iglesias al frente, la gestora confía en una caída de Podemos y en que nadie les dispute la tarea de recuperar a la importante masa de electores que se encuentran en la sala de espera de la abstención.
«Como ganen las tesis de Errejón, estamos muertos», asegura un destacado dirigente en Ferraz. En esta línea de pensamiento se ubica la oficialidad de un PSOE que pretende desterrar cualquier posibilidad de recuperar la empatía con Podemos.
El entorno de Susana Díaz quiere que Iglesias mantenga su liderazgo en la creencia de que, con él, Podemos será más duro y ahuyentará a los votantes que Ferraz quiere recuperar.
«No nos interesa el debate de quien tiene la hegemonía de la izquierda. El cambio político se produce cuando el PSOE es fuerte en el centro izquierda», asegura uno de los principales dirigentes en Ferraz.
Pedro Sánchez quiere a Errejón
En el entorno Pedro Sánchez la visión es la opuesta. El exsecretario general mantiene la esperanza de recuperar un acuerdo «entre las fuerzas del cambio» y ve en Errejón más posibilidades de entendimiento.
«Queremos unir al PSOE para luego unir a todas las fuerzas del cambio y derrotar a la derecha», aseguró el candidato socialista el pasado sábado desde Zaragoza.
Su candidatura reconoce que con Iglesias al frente de Podemos ese entendimiento sería más difícil.
Los intereses de las dos familias enfrentadas en el PSOE denotan dos hojas de ruta contradictorias: una apuesta por el centro político, frente a la opción en la izquierda más pura.