Contemplo con suma atención, el paso de los días,
mientras los sentimientos se pierden y desvanecen
en el aire.
La distancia – delegada del destino – , ha decidido
seguir acomodada en el horizonte, con la finalidad
de diseñar una nueva vida en la mente.
Cómplice del destino me siento, por tomar lo justo
del tiempo. Resultaría reconfortante determinar con
certeza, lo que significa cercano y lejano, pues no
tengo bien definidos los términos…
Mientras la tierra gira y gira, las excusas, logran
transformar los deseos, en meros motivos, que tan
solo conducen a la lectura de una prosa, que sirve
para alimentar los sentimientos.