Somos más de uno, los que hemos pensado en alguna
ocasión, si sabemos querer. Yo lo sigo intentando, pero
no es fácil. Hay que aceptar a la persona tal y como es,
y no como nos gustaría que fuera.
Hay que escuchar con el oído, ver con la mirada clara,
y reconocer los mensajes ocultos detrás de las palabras
superficiales.
Es importante, descubrir la angustia disfrazada, la
inseguridad enmascarada, y la soledad encubierta.
Penetrar en la risa fingida, en la alegría simulada, y en
la gloria exagerada.
El cariño cuando es verdadero, sabe perdonar y
cicatrizar las heridas de la incomprensión.
El cariño, no alimenta heridas con pensamientos
dolorosos, no cosecha ofensas con lástima ni compasión.
¡Hay que valorar, las virtudes ahogadas por el rechazo
y la falta de comprensión y afecto!!.