Os quiero decir, que procuro no sentir vacío alguno.
Existen miradas y encantos personales, que nos ofrecen
color y calor a nuestra vida. Esto es muy importante para
seguir viviendo en brazos de la esperanza.
Hoy, al despertar la mañana, se ha llenado de luz la habitación,
he comprendido, que puede tratarse de una invitación.
Entonces, con el mismo gozo de un niño, al cual le han
regalado su juguete preferido, he salido a la calle,desnudo
de palabras, con la intención de encontrar el resplandor de
lo divino.
¡Hechizado me encontré al llegar la noche,rodeado de
sombras sin nombre!!.
¡No quiero naufragar, en el mar de las tinieblas!!.
Sigo extasiado por tu ausencia, espero verme enredado
en esa luz dorada de tu risa, y poder reencontrarme con
el sabor clementino de tu presencia.