Lejos, quedaron los vestigios de aquella prolongada
ausencia, que decidió permanecer anclada en la fina
arena de la esperanza.
Hoy, plantaré nuevos lirios y azucenas para engalanar
el entorno, y en el cielo, pintaré un marco, dentro del
cual, podrán revolotear esas aves plateadas a la tibia
luz del atardecer primaveral.
Las palabras, suelen romper el silencio, acortan la
distancia, nutren, pero hay otras que no dicen nada…
¡En estos momentos,danzantes aromas, perfuman mis
pensamientos, dibujando sueños sutiles en el alma!!