Para la Naturopatía lo importante es la correcta combinación de los alimentos y cómo influye esto en su óptima digestión y absorción.
Según la composición de los alimentos, su digestión tendrá lugar en la boca, el intestino delgado, etc. La combinación de alimentos que hagamos puede enlentecer y dificultar la digestión, causando diferentes problemas a nivel de digestión, absorción y asimilación de nutrientes, etc. Es preciso combinar de forma correcta los alimentos para conseguir energía en cantidad y calidad suficiente, si no, los alimentos restan energía y hacen trabajar más a los órganos del sistema digestivo.
Cuando en una comida se mezclan alimentos proteicos y amiláceos, en el estómago se secretan jugos ácidos y alcalinos a la vez, por lo que se neutralizan o dificultan la digestión. Cuando los nutrientes pasan demasiado tiempo en el estómago sin digerirse y asimilarse, comienza la descomposición. Esta es la fermentación de los glúcidos, la putrefacción de las proteínas y el enranciamiento de las grasas. La putrefacción y la fermentación son las causas principales de muchos problemas digestivos, tales como gases, dispepsias, estreñimiento, colitis, etc. La incorrecta combinación de los alimentos puede provocar que algunas de las toxinas de lo putrefacto y fermentado pasa a sangre, pudiendo causar dolores de cabeza, erupciones en la piel, náuseas, diarreas, urticaria, etc. y otras manifestaciones que muchas veces se catalogan como alergias alimentarias.
Los alimentos los clasificamos en:
– Alimentos amiláceos: cereales, derivados, tubérculos.
– Alimentos proteicos: proteicos, proteicos vegetales.
– Alimentos lipídicos.
– Frutas: ácidas, azucaradas, neutras, frutas desecadas, frutas amiláceas (castañas, plátanos).
– Verduras: ricas en glúcidos, escasas en glúcidos.
Asociación de los alimentos entre sí
Alimentos amiláceos y proteicos: La digestión del almidón de los cereales y sus derivados empieza en la boca, mediante la enzima ptialina, que se activa en un medio alcalino. Cuando el bolo llega al estómago, se produce inicialmente un jugo ligeramente ácido que permite que la actividad enzimática de la ptialina continúe durante un tiempo suficiente. A continuación la acidez gástrica aumenta para que puedan ser digeridas las proteínas.
El proceso digestivo relacionado con las proteínas es distinto. Su digestión comienza sólo en el estómago, mediante la pepsina. Si se ingiere un alimento proteínico, el organismo predispone rápidamente el estómago para su digestión mediante la producción de ácido clorhídrico.
La ingestión de alimentos proteínicos y amiláceos durante una misma comida hace que la digestión de estos últimos sea difícil debido a la imposibilidad de la ptialina de encontrar un ambiente en su grado justo de acidez.
Alimentos proteicos: las proteínas de los diferentes alimentos tienen distintos mecanismos digestivos. Los jugos gástricos son diferentes y con tiempos diferentes de segregación, afectando a proteínas distintas que tienen cada un tiempo de digestión, estos se adaptan su composición a los alimentos que llegan. Cuando hay en un plato alimentos con diferentes proteínas se dificulta la capacidad de digerir por parte del estómago.
Las legumbres son incompatibles con los lácteos y las carnes, proteínas vegetales y animales tienen diferentes procesos digestivos. Se debe consumir un solo tipo principal de proteínas en cada comida. Evitar combinar en un plato carne y huevos o leche, pescado y queso, etc.
Alimentos amiláceos y alimentos ácidos o con sustancias acídulas: los alimentos ácidos, cuando se combinan con amiláceos, inhiben la ptialina. Por lo que estos alimentos amiláceos tendrán que ser procesados por la amilasa pancreática, lo que puede causar sobrecarga y fermentación.
Alimentos proteicos y grasas: la grasa enlentece y dificulta la absorción de las proteínas ya que crea una capa que envuelve a la proteína, por lo que el ácido no puede llegar hasta ella, por lo que putrefacta y causa problemas de digestión, absorción, etc.
Azúcares simples y alimentos proteicos y amiláceos: los azúcares simples son de rápida absorción, si aumenta el tiempo de estancia en el estómago por estas combinaciones puede provocar fermentación, dispepsias, problemas funcionales…
Frutas y dulces de postre: La fruta y los dulces son azúcares simples que se digieren rápidamente cuando se consumen solos. Si se combinan con alimentos proteicos o amiláceos, pueden causar procesos fermentativos. Las frutas se deben tomar con el estómago vacío, como desayuno, 20 minutos antes de las comidas o en la merienda. Hay excepciones, como las manzanas que favorecen la digestión de los amiláceos y la piña y papaya que facilita la digestión de los prótidos.
Grasas y verduras, alimentos amiláceos y frutas: estas son mezclas compatibles.
Alimentos proteicos y verduras: las verduras favorecen la absorción de los aminoácidos y se digieren bien junto con las proteínas.
Verduras y alimentos amiláceos: es una buena combinación, sobre todo cuanto menos ricas en almidón son las verduras.
Frutas y verduras: Las frutas en general se deben consumir solas pero se pueden combinar con verduras poco amiláceas.
Estas simples indicaciones pueden servirte para mejorar tu energía corporal, tus digestiones, y hasta podrás recuperar tu peso ideal sin esfuerzo y sin pasar hambre