Dios : Con tu permiso. Ya ves que acepto tu invitación.
Periodista: Gracias. Pase, pase. Está usted en su casa.
D : Entonces ¿ esto va a ser como en el programa de la tele “ En tu casa o en la mía?
P : Bueno, en la suya todavía no, espero.
D : Yo no tengo prisa, hijo.
P : Tengo un montón de preguntas para usted. Mías, y de todo el mudo. ¡Uf!
D : Adelante, hombre. No te preocupes. Me las sé todas. Tú, tranquilo. Dispara.
P : Para empezar y romper el hielo ¿ puedo tutearle? Bertín lo hacía hasta con el “ presi”. No voy a ser yo menos. Con perdón.
D : ¡ Claro, hijo! Si soy tu Padre. Si vieras en el Antiguo Testamento que no se atrevían ni a nombrarme…Hasta que mi Hijo Jesús les mandó que me llamaran Padre. Me decían Yhavé, Éloy, el Omnipotente, el Altísimo… El me llamaba “ Abba”, en hebreo; papá, en castellano. Papá Dios ¿ Te gusta?
P : Gracias. Perdona si me pongo pesado, agnóstico, ateo, o beato-meapilas, fanático, indiferente…Es que represento a todos los que, por suerte o por desgracia, has puesto en esta babel de tu mundo.
D : Nada, nada,hombre.Pero si el mundo es más vuestro que mío, porque estáis haciendo con él lo que os da la realísima gana. Yo no me escandalizo de nada y me trago todo el marrón que me echen. Mira mi Hijo, que es como Yo, si aguantó y aguanta.
P : Primera pregunta: ¿ Tú quién eres?
D : Yo soy. ( Sonriendo) Es la primera persona del presente de indicativo del verbo ser y ésa es la traducción de la palabra Yhavé, en hebreo. Ahí es nada. Ya ves que no tengo nombre, Je, je…Soy como un verbo. ¿ No te meas?
P : ¿Yo soy? Y eso qué quiere decir?
D : Esa pregunta se la haces a los teólogos, sobre todo, a los teólogos “ progres”. Ellos intentarán explicártelo mejor que yo, si se ponen de acuerdo, claro. A propósito de esto, leí un chiste gráfico que “plagió”el gran Mingote. Me dibujan, diciendo Yo: “ Me encuentro raro últimamente. Debería ir al teólogo”. Como vosotros vais al psicólogo.
P : Ja,ja,ja… Veo que tienes un gran sentido del humor.
D : Te has reído como un hombre pero hay, por desgracia, quien se ríe como una hiena. Y a los dos os he creado Yo.
P : Dicen algunos, para defenderte, que Tú te creaste a tí mismo.
D : Pero, hombre, es para partirse de risa. ¿Cómo voy a crearme a mi mismo, ni hacer nada, si no existo? Antes de nacer ¿tú podías hacerme esta entrevista?¿ Por ejemplo?
P : Entonces, ¿has existido siempre?
D : Eso es otro cantar. Por ahí, por ahí va la cosa. Pero pregunta a los teólogos porque a mi me cansa tanta teología y filosofía. Y nos van a odiar los lectores.
P : Cambiando de tema: ¿ Por qué creaste a Adán y Eva, si sabías lo que iba a pasar?
D : Lo de Adán y Eva vamos a dejarlo a los teólogos y exégetas. No hay que tomarse estas cosas al pie de la letra. Yo digo verdades y otros les dan forma literaria, de cuentecillo. Y no veas la de chistes sobre esto. El que me hizo más gracia y me lo contó uno que está aquí, no recuerdo si era Eugenio, Mingote, Pepe da Rosa…¿ A qué no sabes el origen del ombligo de Adán? Pues porque él le pidió una compañera y Dios le dijo: ¡ anda, pillín!, con el dedo en la barriga y, claro, como el barro estaba todavía blando…¡Ja,ja,ja…!
P : ¡ Mira qué gracioso! Pero la respuesta tuya…
D : Yo he creado al hombre, no a un robot. Y sabía lo que iba a pasar. Pero sé lo que hago y no me arrepiento. Y me reservo el final de la historia. No soy tonto ni me chupo el dedo, que lo queréis saber todo. Puede ser, para muchos, una agradable sorpresa. No soy un aguafiestas.
P : No has contestado a mi pregunta.
D : Ya. Hago como vuestros políticos, al menos, los honrados, que no quieren descubrir su juego para que no lo estropee la oposición y , aveces, los mismos suyos. Porque tengo buenos opositores y no me fío ni de los míos.
P : ¿Eres bueno o eres malo?
D : Si quiero ser Dios, tengo que ser bueno.
P : Entonces ¿por qué permites tantos males?
D : ¡ Te pillé! Por la boca muere el pez, je,je…, amigo mío. Has dicho por qué permito…¿ No has notado que la gente siempre dice, como tú ahora, “ por qué permite Dios estas cosas”, pero nunca dice por qué quiere Dios estas cosas?. Porque saben que si las quiero, no sería bueno, y, entonces, no sería Dios. Y esto tiene su explicación.
P : Dame una.
D : Pues, además de lo que te acabo de decir de ser bueno si quiero ser Dios, que esta vida y el mundo no es definitivo. Aquí no está todo. Como decía el poeta a uno que se quejaba de los males: “ Insensato ¿ acaso la tierra es el centro de las almas?” Por lo demás, ya mi Hijo lo explicó para el que quiera oirlo.
P : ¿ Quieres decir que la vida es como una novela, o película de misterio, que tienen que tener un final?
D : Listo que eres, muchacho. Exacto.
P : ¿ Y el final?
D : ¿Te gusta hacer de Cherlok Holmes,no? Ya te dije que me reservo el final. El dejar la vida y el final en un misterio pasa como como con los espectadores, y vosotros lo sois, que se interesan mucho, investigan y quieren averiguarlo por su cuenta. Y si alguien les cuenta el final, se enfadan que no veas. Por eso, es muy importante el que ateos, agnósticos, etc, se pregunten por mi, por todo esto. Eso es participar con valentía en la aventura de la vida. Los indiferentes, los perezosos, los satisfechos de su vida, no viven, son cobardes. Pero son pocos, no vale la pena.
P : Dicen algunos que Tú no existes.
D : ( Riendo). A veces, eso mismo me pregunto Yo. Porque los que no creen o dudan me tienen presente. Pero hay algunos, o muchos, que dicen que creen en mi, pero viven como si Yo no existiera. Yo, la verdad, como dice Francisco, no quiero que crean en mi existencia; me trae al pairo; lo que quiero, en realidad, es que me quieran, que me amen. Como Yo a ellos. No sé qué más hacer para que me crean y me amen. Ya ves que Yo, con mi Hijo, les dije a mis apóstoles dormidos: ¿ Ni siquiera has podido velar una ahora conmigo¿” Mendigaba con mi Hijo un poco de cariño y compañía. Pero esa noche todos me abandonaron. Ahí tienes el nuevo santo andaluz: “El obispo del sagrario abandonado”. Para que luego digan que no; todavía. Pues ni eso. Ni el universo, con todas las maravillas que hice para ellos, porque a mi no me hace falta, les convence. Ya ves que hasta os mandé a mi Hijo y me lo mataron.
P : Bueno, pero luego resucitó. Para muchos es como un Supermán, o un “ Superstar”.
D : La ignorancia, hijo, la ignorancia. Es que no leen el evangelio. Son unos petardos.
P : Para terminar, y gracias por tu paciencia, ¿ el cielo y el infierno existen? Porque todo un Papa creo que lo ha dicho.
D : ( Riendo, otra vez) Como estoy” en tu casa y no en la mía”, no te lo puedo enseñar. Ya lo verás; es cuestión de tiempo. Pero el Papa no dijo eso, que nunca leéis la letra pequeñita, como en los contratos y primeras páginas de los periódicos. Dijo que era una dimensión de la existencia, nada de fuego, nubes celestiales, demonios con cuernos…Pero date cuenta que el cielo y el infierno ya empiezan aquí ,para muchos, si sus vidas están llenas, o no, de amor. Si es así,con amor, hasta la fe, en muchos, no hace falta. Echa una mirada periodística a tu mundo y no hace falta demostrarlo.
P : Dicen algunos que después de la muerte, no hay nada.
D : Tiene gracia. ¿Cómo lo saben? Hay un dicho popular que me gusta bastante: “ Nadie ha vuelto de la muerte para decirnos si hay o no algo. Pero nadie vuelve a este perro mundo para decirlo o, como Yo diría, pedir el libro de reclamaciones. Señal es de que no se estará muy mal allí”. Je,je…Te canto un villancico( canta). “ La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va; y nosotros nos iremos y no volveremos más”. ¿ No será por lo bien que se está allí? Quiero enviar un consuelo a los tristes de la Navidad: no tengàis miedo de mi. Ya véis que me acerco a vosotros como un Niño. Los que amásteis viven, porque el amor nunca muere. Que eso supere vuestra tristeza. ( Y sigue cantando)” ¡Resuenen con alegría los cánticos de mi tierra y viva el Niño Dios que ha nacido en Nochebuena!”.
P :¡ Oye, tienes una bonita voz, con lo viejo que dicen que eres!
D : ¿Pero quién te crees que ha dado su canto a los ruiseñores, las alondras, los canarios, a Pavarotti, Caruso, Carreras, la Callas, Plácido, Monserrat Caballé, Serrat, Camarón, Manolo Caracol, Antonio Molina,Rocío Jurado, Lola Flores, Rosa López, Bustamante…?, y de extranjeros, ni te cuento… Y yo no necesito la televisión por cable para oirlos a todos. Es una gozada. ¡Cómo mola!¿ Te digo algunos extranjeros…?
P : ¡Para, para…! Hasta el flamenco te gusta.
D : Y de viejo, ya ves que no tengo nada. Yo soy, pero de verdad, no como dicen los poetas” ni los productos de belleza, Yo soy eternamente joven”.
P : Última pregunta, de verdad, y quedan muchas para otra ocasión, que ya esto cansa. ¿ Y el fin del mundo?
D : No hay fin del mundo ni de nada. Por muchos que lo profetizan ; y es ridículo cada vez que ponen un plazo y no se cumple, ja,ja… Nanay del Paraguay.Quieren saber más que Yo. Je,je…Hasta la ciencia me da la razón. Nada se crea ni nada se destruye. Todo se transforma. ¿Has visto a un fabricante que después de montar una lavadora, la destruye, sin más? Vamos, esto es de sentido común, que es el menos común de los sentidos, ése que en estas cosas muchos no usan.
P : ( Entre dientes, mientras se levanta) ¡ Vaya con Dios! Hasta habla como nosotros. Sólo le faltó soltar algunos tacos.
D : Yo sé algunos tacos muy graciosos, pero no te los digo, que después los enanos los leen. Te olvidas que Yo lo oigo todo y hablo como vosotros porque soy como vosotros¿ o ya no te acuerdas del tiempo que estuve entre vosotros, bueno mi Hijo, que es lo mismo?
P : Entonces ( algo avergonzado por verse pillado)¿ los tacos no son pecados?
D : El pecado está en la mala intención con que se dicen. Los andaluces, en eso, sois la repera. Yo me parto de risa. ( Se ríe, recordando algunos) Te voy a contar uno que te va a escandalizar, Yo, no; pero después lo borras.¡eh? Es real y de antología. Un profesor de moral,¡de moral!, nada menos que en clase en un seminario. Se enfadó tanto que lo soltó : “¡Coño, recoño, me cago en san coño!” Pero como era del norte, allí ese taco no tiene significación especial ni importancia. Ahí queda eso. Bórralo, que os conozco, periodistas.
P : ¡ Ozú,ozú! Gracias, y hasta la próxima.
D : De nada, hijo. Aquí estoy para lo que quieras. No tengo prisa. ¿ Será por tiempo?